Sentiversos: Las apariencias engañan

21 diciembre 2015

Las apariencias engañan

La gente acostumbra a juzgar demasiado a los demás, no sé si se trata de una cuestión de envidia, de falta de educación, de falta de empatía o, tal vez, de egocentrismo, pero lo cierto es que todo el mundo tiende a decir lo que piensa a raíz de la primera impresión. Por ejemplo, si ven a una chica joven empujando un carrito con sus amigas en el centro comercial pueden pensar cosas del tipo “las tías de hoy en día son muy abiertas de piernas”. Cada persona tiene una vida, y cada persona tiene una historia propia, diferente al resto, por eso no se debe juzgar antes de tiempo, ya que, en este caso, se podría tratar de una madre joven, que tuviera más edad de la que aparenta, que tuviera una pareja y un trabajo estable y decidiera tener un bebé. O, tal vez, de una chica que ha sido violada y ha decidido optar por la vida de un ser inocente que no tiene la culpa de haber llegado al mundo, fuera de la manera que fuera. O, tal vez, de una madre soltera que ha decidido sacar a su bebé adelante estudiando y trabajando. ¿Por qué hay que juzgar? La vida de cada uno es privada y cada persona tiene el derecho total y absoluto de elegir, de pensar y de actuar como crea conveniente. En este mundo estamos muy acostumbrados a reírnos de las desgracias ajenas y a disfrutar cuando nos va mejor que a los demás, y no quiero generalizar, ya que, por suerte, aún existen personas puras que viven su vida sin meterse en asuntos ajenos. Aunque por desgracia, estos tesoros son una minoría, y por eso corres el riesgo, de ir al centro comercial con tu bebé y tus amigas y sentir una enorme indignación al ver que una señora totalmente desconocida se te acerca mirando a tu bebé y preguntándote si es tuyo, para luego decirte “Ah ¿y no supiste usar la gomita no?"


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Las apariencias engañan by Laura Zerpa Sánchez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
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