Sentiversos: Terapia, arte y cultura.

03 junio 2021

Terapia, arte y cultura.

Era muy joven cuando me adentré en el mundo de la escritura y descubrí que me encantaba la poesía. Creo recordar que tenía doce o trece años aproximadamente cuando empecé a rimar mis primeros versos.

Todo fue espontáneo y natural, simplemente tenía algo dentro que no podía expresar de ninguna manera y probé a dejar que mi mano se moviera libre sobre el papel.
La sensación de desahogo y alivio que sentí al conectar conmigo misma y dar forma a mis pensamientos y emociones es difícil de explicar.

Desde ese momento ya no había marcha atrás: 
La poesía y yo nos habíamos enamorado a primera rima. 

Ha pasado más de una década de aquellos primeros versos y he tenido varios momentos de sequía, como se le suele llamar. En ocasiones paso varios meses sin escribir un solo verso, en otras ocasiones la inspiración me desborda diariamente hasta despertarme por las noches y otras veces solo puedo escribir sobre un único tema.

Mirando hacia atrás me he dado cuenta de que tengo mi propio estilo, que tal vez es lo único que permanece intacto desde aquellas primeras rimas, por mucho que hayan cambiado los temas sobre los que escribo. 

Para mí, escribir significa jugar y gestionar mis emociones. Jugar con la niña que se abstraía de las lecciones de clase y viajaba a través de sus emociones a lugares completamente alejados de aquel instituto. Reencontrarme con ella y recordar porqué hago lo que hago y porqué me apasiona tanto. Jugar con el teclado, con mis sentimientos y las palabras para enloquecer, desordenar y crear arte.

Hace unos años, movida por mi ambición decidí lanzarme al mundo de la creación de contenido. Comencé entonces a escribir artículos de opinión sobre actualidad para dos periódicos digitales que publicaban mis escritos de forma habitual.

La escritura es un arte íntimo y público al mismo tiempo. Todo lo que leemos es arte porque la persona que elaboró el texto, el poema, la adivinanza, el cuento, la novela, o lo que quiera que estemos leyendo, dejó entre esas palabras un pedacito de su esencia, de su personalidad y de su estilo.

Nadie expresará jamás una misma idea de la misma manera, así como nadie interpretará jamás una misma idea de la misma manera, porque no hay nadie igual a nadie y jamás lo habrá.

-La escritura nos ayuda a comunicarnos con mayor facilidad, nos ayuda a enriquecer nuestro lenguaje y a adquirir una mayor capacidad de improvisación y de toma de decisiones.

-La escritura nos ayuda a aprender, a mejorar nuestra capacidad de análisis crítico con el mundo que nos rodea y a reflexionar sobre nuestra realidad.

-La escritura nos ayuda a recordar las cosas importantes, a tomar diferentes perspectivas sobre nuestros propios sentimientos, a calmarnos en momentos de estrés, a ser más positivos y superar mejor las situaciones difíciles.

-La escritura nos ayuda a organizar nuestra mente y aclarar nuestra memoria, a crear y a atrevernos a explorar mundos desconocidos que superan todas las fronteras de nuestra imaginación.

La escritura es terapia, arte y cultura.

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