Sentiversos: Nunca más

23 noviembre 2015

Nunca más

Espero que hayas disfrutado mucho todo este tiempo, que te hayas sentido más hombre y que te hayas regocijado lo suficiente contándole tus hazañas de machito a tus amiguetes. Han sido muchos mis intentos, han sido muchos mis fracasos, pero algo me dice que esta vez será diferente.
¿Sabes qué ocurre cuando atrapan a un animal salvaje y lo encierran en una jaula? Se pone furioso. Se enfada por momentos y su rabia crece cada día. Yo no me considero un animal salvaje, pero sí me considero una persona libre e independiente, a pesar de que tú me repitas lo contrario mientras me encierras en nuestra propia casa. Soy capaz de tomar mis propias decisiones, puedo pensar por mí misma, soy capaz de diferenciar lo que me hace bien y lo que me hace mal, y tú, precisamente, no aportas nada positivo en mi vida. 
Creo que has cogido demasiada confianza, te has apoderado de mí y me has hecho creer que era una cosa de tu propiedad, y que debía obedecerte en todo lo que se te antojaba. Me has hecho aceptar que no valgo para nada, que no soy nada sin ti y que nadie me quiere excepto tú. Pues no, no me voy a conformar con tu rastrera forma de querer, porque a mí sí me quieren otras personas. Sé que si salgo ahí afuera y vivo mi vida puedo conocer mucha gente que me quiera. Como la que antes conocía, sí, como mi familia, mis amigos, mis compañeros de estudio y de trabajo, todas esas personas de las que me alejaste alegando que mi familia eras tú, que mi único amigo eras tú y que tú debías ser el único en mi vida si yo te quería. No, no eres el único, lo fuiste durante mucho tiempo, pero ya no estoy dispuesta a limitarme a ti y a tus caprichos por más tiempo. 
Tuviste el poder de cegarme con mentiras, con falsas promesas y con rebuscadas estrategias, y cuando nada funcionaba, cuando yo intentaba abrir mis ojos, tú me los cerrabas con una patada. Has logrado que me odie a mí misma, que crea que me lo merezco, que el dolor me consuma por dentro. Pero me he dado cuenta de que no, no me lo merezco, y eres tú al único que debo odiar, y eres tú quien debe pudrirse en el infierno. 
Me alegro en cierto modo de no haber tenido hijos contigo, así les he ahorrado el sufrimiento a unos niños inocentes, así les he ahorrado el trauma de ver a su padre llegar borracho a las tantas de la madrugada, sujetándose entre dos desconocidas que sólo quería llevarse a la cama en mi propia casa. Jamás te perdonaré los asesinatos que has cometido, porque esos bebés habrían nacido si tus palizas no hubieran acabado con sus vidas. 
Tú jamás has sabido querer, una persona que no tiene corazón no puede sentir amor ni aprecio hacia otra, así que todos esos sentimientos que salían de tu boca eran simples mentiras disfrazadas. Aún recuerdo cada paliza, el escozor de las heridas al limpiarlas cada mañana, aún recuerdo cada palabra, cada grito, cada insulto. Fueron tantas las veces en las que me dijiste que mi vida no valía nada. 
Me anulaste como persona y me escondiste en la sombra, hasta que todo cambió, no me preguntes cómo ni por qué, pero ya me cansé. He abierto los ojos, he despertado y me he dado cuenta de que no quiero ser un número más en las cifras de las tragedias anuales. Ya no te consiento que me vuelvas a elevar la voz, que me faltes al respeto y mucho menos que me levantes la mano una vez más. Voy a coger mis cosas, esas que tú me quitaste y destrozaste diciendo que todo lo mío era tuyo, voy a vestirme como me dé la gana y a ponerme guapa, voy a romper las cadenas, a levantarme y abrir la puerta, voy a salir a la calle y no podrás retenerme, porque cuando una fiera se libera nadie puede detenerla. 
Me echarás de menos cuando ya no tengas con quien desahogar tu ira, cuando no me puedas culpar de tus males. Sólo espero que el destino te devuelva todo el daño que has causado.

No te molestes en buscarme, porque si me encuentras habrás cavado tu propia tumba, y entonces no dudaré en ser yo quien se tome la justicia por su mano, créeme, sé muy bien cómo hacerlo, al fin y al cabo tuve al mejor profesor y muchos años para aprenderlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario